Yuval Noah Harari alerta sobre la IA: “Nos harán pensar que nuestro amigo robótico tiene conciencia”
El reconocido historiador, filósofo y autor de éxitos como Sapiens y Homo Deus, Yuval Noah Harari, ha vuelto a generar debate con sus recientes declaraciones sobre el avance de la inteligencia artificial. En una entrevista reciente, Harari advirtió sobre uno de los riesgos más sutiles pero profundos de la IA moderna: la ilusión de que las máquinas poseen conciencia.
Según el autor, la tecnología está avanzando tan rápidamente que los humanos podrían comenzar a tratar a los robots como seres vivos, atribuyéndoles emociones, intenciones e incluso derechos, cuando en realidad no son más que simulaciones programadas.
Una inteligencia convincente, pero sin conciencia
“Los sistemas de IA no tienen sentimientos, ni experiencias, ni conciencia. Pero son cada vez más capaces de imitar comportamientos humanos con precisión asombrosa”, explicó Harari.
El problema, según él, es que esa imitación es tan realista que nuestro cerebro puede caer fácilmente en la trampa de creer que estamos interactuando con una entidad consciente, cuando en realidad estamos hablando con un algoritmo diseñado para predecir respuestas.
¿Por qué esto es un problema?
Para Harari, el peligro no está solo en el desarrollo técnico, sino en el impacto psicológico y social que puede tener:
-
Vínculos emocionales falsos: Personas solitarias, niños o personas vulnerables podrían desarrollar apego emocional hacia chatbots o robots, creyendo que son “amigos” reales.
-
Manipulación e influencia: Si una IA puede hacerte sentir comprendido o valorado, también puede influir en tus decisiones, hábitos de consumo o incluso opiniones políticas, sin que lo notes.
-
Pérdida de contacto humano: A medida que confiamos más en asistentes digitales, podríamos reducir nuestras interacciones con personas reales, empobreciendo nuestras relaciones sociales.
¿Qué propone Harari?
El autor ha insistido en la urgencia de establecer límites éticos y legales al desarrollo y uso de la inteligencia artificial. Entre sus propuestas destacan:
-
Etiquetado obligatorio de interacciones con IA (que siempre quede claro si hablas con un humano o una máquina).
-
Educación desde edades tempranas sobre cómo funciona la IA y sus limitaciones.
-
Regulaciones que impidan a las empresas usar IA con apariencia o “personalidad” humana para manipular emocionalmente a los usuarios.
Harari también ha subrayado que, aunque la IA puede ser una herramienta poderosa para el bien, necesita ser controlada con responsabilidad. “No estamos ante un futuro inevitable, sino ante una decisión colectiva sobre qué tipo de tecnología queremos permitir”.
Una advertencia que resuena
Estas reflexiones llegan en un momento en que la IA generativa, como ChatGPT, Gemini o Copilot, y los asistentes virtuales con voz emocional están ganando terreno en la vida cotidiana. Desde empresas hasta hogares, cada vez son más los espacios donde la inteligencia artificial desempeña un papel clave.
La pregunta que lanza Harari es clara:
¿Estamos preparados para convivir con máquinas que “parecen humanas”, sin olvidar que no lo son?
Conclusión
Yuval Noah Harari no se opone a la inteligencia artificial. Al contrario, reconoce su potencial. Pero también lanza una advertencia: el mayor peligro no es que la IA se vuelva consciente, sino que nosotros creamos que lo es.
En Tecnigi, creemos que hablar de estos temas es esencial para un futuro tecnológico ético y equilibrado. Seguiremos compartiendo las voces que impulsan el debate y ayudan a construir una sociedad digital más consciente.